lunes, 28 de mayo de 2012

Dreams

Sigmund Freud distingue entre el contenido del sueño "manifiesto" o el sueño experimentado al nivel de la superficie, y los "pensamientos de sueño latentes", no conscientes que se expresan a través del lenguaje especial de los sueños.
Freud mantiene que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla.
Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. Según su teoría, la "censura" de los sueños producen una distorsión de su contenido. Así que lo que puede parecer ser un conjunto de imágenes soñados sin sentido puede, a través del análisis y del método "descifrador", ser demostrado ser un conjunto de ideas coherentes.

No podemos decir eso de que "los sueños, sueños son" porque esta claro que no es así. Lo se, porque desde hace dos meses me levanto  sobresaltada por ese mismo sueño.Que me aterroriza todas las noches y me despierta cada mañana con una presión horrible en el pecho. Yo no sé, si como dice Freud son deseos reprimidos o simplemente miedos. Miedo a que todo aquello que temes suceda en realidad, que un día de repente pase. Y es que la historia parece volver a repetirse, y yo siempre ocupo el mismo papel.  Se que yo misma una vez dije que había que pasar paginas y escribir nuevas historias. Pero esta claro que no podemos olvidar el pasado, que es parte de nuestra vida, capítulos antiguos de nuestra vida que nos han echo tal y como somos ahora. Esos buenos y malos momentos vistos ahora con el paso del tiempo de otra manera, pues la memoria solo recuerda lo que quiere recordar y de la manera que quiere recordarlo. Quizá este dolor no sea realista si no que me esté aferrando a un recuerdo que sigue vigente por miedo a volver a sufrir de aquella manera. 

Es duro que ya pase un año de todo aquello, que siga doliendo el recordar todos esos momentos y que parece que todo lo bueno que hubo tomó ese tinte oscuro de dolor. Y es por eso que por estas fechas, aunque luce el sol en la calle en el cielo de mi mundo no ha parado de llover. Quizá aquel resquicio de esperanza que hace tres meses apareció no era más que un espejismo, un simple deseo reprimido que afloró de los sueños para hacerse realidad, pero como todos los espejismos pasa un tiempo y te das cuenta de que en realidad, era eso, una fantasía, que no era verdad. Que habías visto finales felices donde nunca comerías perdices.

Pero ese sueño se repite, todo el rato. Y no puedo evitar pensar que eso puede que se cumpla. ¿Los sueños se hacen realidad? 
A mi nunca se me cumplió ninguno, quizá no los deseé lo suficiente. Pero esto no lo deseo, no lo deseo.

Y todo porque otra vez voy a irme lejos, porque no soy de las que se queda quieta esperando. LLámalo oportunidad, ni en realidad no sobrevive a esto  es que nunca ha merecido la pena. No debería tener miedo, pues es una prueba de fuego para ver de lo que es capaz. Pero no es justo que siempre tenga que pasar esto, que no le vaya a tocar a otro sufrir.
Y es que aún  no me he ido y desde que me enteré de la noticia no he parado de pensar en ello, no puedo dejar de imaginarme esos días,  las noches largas y los días pensando qué pasará en el otro lado del mundo. Consiste en confiar, solo en eso pero es tan dificil cuando confiaste y te apuñalaron por la espalda.. No se si yo misma sería capaz de soportarlo, ni de si estoy preparada para sentirme así de nuevo, no se si podría levantarme si todavía me cuesta incorporarme cada vez que lo pienso. Si todavía se me caen las lágrimas con solo un nombre. No se si puedo con todo esto, y se me desploma todo de golpe y porrazo.  Los pilares que me sostenían desaparecen poco a poco..

Solo pido que si los sueños son reveladores, que me revelen ya lo que va a suceder..

jueves, 10 de mayo de 2012


Y después sin más, lo comprendes.

Sabías que bastaría con volver a mirarle a los ojos, como esos ojos te iban a volver a hacerte sentir como la primera vez que fue capaz de no retirar la vista. Cómo toda esta tranquilidad, esa seguridad y esa ternura que desprende con una mirada de prácticamente tres segundos volvía a removerte absolutamente todo por dentro.

Y es que sabías que no necesitabas nada más, nada fuera de lo común, solo eso. Eso que él y solamente él es capaz de darte cada día. Las ganas, la fuerza, la ilusión y esa sonrisa imborrable cuando le piensas o alguien te dice su nombre. Ese sentimiento que te ayuda a levantar por las mañanas y el que no te deja dormir por las noches, el que te aterroriza y a la vez necesitas.

Puede que después de todo lo que pasó, él haya conseguido que realmente nunca más vuelvas a intentar abrir ese cajón. Te has dado cuenta de todo lo que te ha costado, todo lo que has arriesgado y perdido en el camino, cada lágrima que derrochaste por algo que no merecía nada y que hasta ahora no has sido capaz de aceptar.

Nunca es tarde para seguir escribiendo una historia o para empezar una nueva, solo tienes que querer hacerlo. Y eso es lo que me faltaba, ese "querer", querer que todo de una vez cambiara. Volver a una vida en la que aquello no fuera el centro las putas veinticuatro horas del día.

Y eso ocurría mientras pensaba que nunca lo olvidaría, que ese dolor estaría ahí para siempre, mientras sentía que nada igualaría aquello y que aquello me estaría persiguiendo todos los días como hasta ahora... Pero, paras un segundo, y te das cuenta que ya no es así,que como por arte de magia, habías despejado tus pensamientos, llenado tus horas de sonrisas y días maravillosos. Ves que no todo era ese pozo sin fondo, oscuro y hondo del que hasta ese momento pensaste que no saldrías nunca.

Cómo él des interesadamente, sin poder percibir casi su acción reparadora, cambiaba mi vida de arriba abajo. Cómo hizo posible lo imposible, borró lo imborrable y reparó lo irreparable.

No me daba cuenta que me valía con los cafés de treinta minutos a su lado, con esa forma de mirar, de cuidar, de proteger y ese estar siempre ahí, siempre. Él era sentirme en casa.

Y es que puede sacar lo mejor que hay, es por eso que siento vacío si no está, le extraño si me falta, si no oigo su voz, si no le miro a los ojos, si no le veo sonreír..

Es sentir que los días pueden ser eternos o efímeros y todo depende de él.