domingo, 16 de agosto de 2015

ADIÓS

Y cómo duele decir adiós, cómo duele despedirse sin querer irse, cómo duele verle marchar, cómo se te agarra esa sensación al pecho cuando te das cuenta que se acabó. Cómo me tiembla el cuerpo sólo de pensar en ti, cómo hacer para que esto no duela tanto..

Joder, ¿por qué? ¿Por qué me ha tocado volver a perder?,  me vuelven a dejar rota y tirada en una cuneta. ¿Por qué no tengo derecho a una oportunidad de verdad? Que estoy cansada de ir dando bandazos por la vida, que no quiero más personas que me hagan sentir especial, que me remuevan todo por dentro, que me hagan sentir viva y luego desaparecen, personas que te dejan en la estacada, que mucho prometieron y nunca cumplieron su palabra, y es que ya no me creo eso de para siempre. Nada es para siempre, mejor no engañarse, nadie te va a querer más que tu mismo y nadie va a partirse el culo por ti. Que estoy cansada de dar todo por las personas y luego recibir una patada, porque no creo que nadie esté en el derecho de hacer tanto daño.

No se qué me duele más sí el vacío que dejas cuando marchas o la indiferencia , no se que es lo que me está desgarrando por dentro sí él haber creído que eras el de verdad o que hayas acabado sin mirarme a la cara. No lo sé, sólo se que duele, que corta la respiración, que se agarra al pecho, que duele tanto que cuesta pensar en un día más.Qué difícil es darte cuenta que lo que para ti era lo más importante para los demás no fuera igual. Nada más doloroso que despedirse, nada más desgarrador que sentir que la persona que amas se avergüenza de ti, nada peor que abrir los ojos por la mañana y no sentirte aquí.
Que no vas a despertar más a su lado, y que ya no vas a cumplir ninguno de esos planes que teníais juntos. Que no habrá más días 19 ni más besos, ni abrazos, ni sonrisas, ni siquiera poder ver esos ojos azules y sentir que era lo más bonito de tu mundo, porque ya no vas a volver a tenerlo. Tan rápido como llegaste a mi vida te vas y como había previsto dejas todo arrasado a tu paso.
Adiós ojazos, gracias por haberme hecho sentir tanto.

martes, 11 de agosto de 2015

Neverland


No se si mis actos demuestran mis palabras, no se si me estoy equivocando con la metodología, si el problema es la puesta en práctica. Nunca fui lo mejor de lo mejor, no estoy acostumbrada a ganar siempre ni siquiera se cómo hacer para aferrar a mi vida aquello que me hace feliz.

Sí es cierto, otras historias fueron más fáciles, más o menos duras por unas cosas u otras, más complicadas de sobrellevar o tan simple como "borrón y cuenta nueva".  Quizá en estos veintidós años no haya vivido lo suficiente para juzgar lo que realmente me merece la pena, y sí hay ciertas cosas por las que no debería pasar. Lo que sí sé de estos años es que el que no arriesga no gana, que nada se consigue sin esfuerzo y que las cosas que merecen la pena nunca son fáciles.

No se explicar lo que está pasando, se me escapa de las manos. Se lo que quiero, lo que necesito, lo que me da alegría, lo que me da esas ganas de abrir los ojos cada mañana, sé que es lo que me hace notar esa sensación que me eriza la piel y me da escalofríos, sé por qué motivo los días se hacen cuesta arriba, sé que es lo que me falta para disfrutar cada día pero y qué más da que yo lo sepa, si el motivo de todo esto no quiere serlo, si renuncia a todo esto.

Darte cuenta de que no vas a poder tenerlo por mucho que te esfuerces, que en realidad sí hay cosas que ni con toda la ilusión y todas las ganas se pueden lograr. Aprendí a caer y levantarme, a ser perseverante, a saber que es lo bueno y lo malo, comprendí que hay ciertas cosas que hay que hacer con calma, aprendí que las cosas que merecen la pena hay que guardarlas en frascos de cristal y cuidarlos como un tesoro, aprendí que tengo mucho que aprender, que hay que dejar de ser un niño perdido y poner los pies en el suelo.Y ese quizás es el problema, que me gusta vivir con la cabeza en las nubes, que me gustaría vivirlo todo, sentirlo todo, que no me importa cometer errores porque eso es aprendizaje, que me gusta explorar a fondo cada situación y no darme por vencida a la primera de cambio.

Y por eso estoy hoy aquí, porque fui una luchadora, porque agarré fuerte mis miedos y aprendí a sonreír hasta en los días más duros, porque supe valorar, porque aunque tarde aprendí a cambiar las cosas, porque sé dar lo mejor de mi y porque te quiero. Porque el amor es duro, y el desamor muchisimo más, y sí, me toca a mi, me toca a mi aceptar que quizás no lo consiga, que lo que yo creo que es lo más especial y lo más bonito del mundo se quede en eso. Que nunca llegue a ser realidad, que se acaben los planes, las ganas y los sentimientos porque no supimos darles alas.

Que a veces es importante cubrirse de polvo de hadas y viajar a Nuncajamás, que las cosas de mayores ya son complicadas y nosotros somos tan estúpidos de complicarlas más.

Ojazos, te echo de menos. Vuelve..