jueves, 4 de junio de 2015

Sobran las palabras.



Ella.  Fría como un témpano de hielo, alérgica a los te quiero.

Ella. Distante, distraída, despistada, descentrada, descolocada y hasta un poco descerebrada.

Ella. infantil, ilusa, desilusionada. 

Ella. Invencible, inaccesible y quizá insegura.

Ella. Pensativa y cansada.

Ella, la que se quedó muda. 

Ella, hecha pedazos que nadie recogió.

Ella, la de los abrazos a destiempo, la de los besos distraídos.


Y finge que nunca se enamoró. 

Y finge que no duele, que el tiempo pasó y curó sus heridas.

Y los recuerdos aún le arañan las vísceras y el corazón. 


Ella, tan desmemoriada para todo menos para él.

Ella, valiente y luchadora, 

Ella, decidida y espontánea.

Ella, siempre demasiado emocional.

Ella, con ganas de dejarse llevar.

Ella, con los sentimientos a flor de piel.

Ella, la que no sabe pedir perdón, la que tiene miedo a querer.


Y es que tú, la desgastaste.

Le hiciste sentir que podía volar y le cortaste las alas.

Tú, que le regalabas los te quiero, le hiciste sentir especial.

Tú, culpable de sus pesadillas y sus insomnios.

Tú, egoísta.

Tú, que no sabes curar ni tus propias heridas.

Tú. Cobarde,

Vete y no vuelvas más.

Deja de decir con palabras que no me quieres cuando no es lo que sientes. 

Cierra los ojos, que no quiero que me digan que aún no me olvidaste.


Así que, te digo adiós.

Adiós para siempre.
Adiós sin palabras. Porque no tengo fuerzas para mirarte y articular ni una sola.
Adiós, porque necesito reconstruir lo que dejaste hecho trizas.

Adiós.
Adiós porque te quiero como no he podido querer.

Y si hubiera podido hablarte te diría que me hubiera gustado haberte dicho más de lo que llegué a decirte. 
Que me hubiera gustado callarme todo lo que no debí haber dicho. Que las palabras no son más que palabras.

Te diría que durante el tiempo que nos distanciamos estuvimos más cerca de lo que nunca habíamos estado. Que nadie fue tanto queriendo ser nada. Te diría que besé otras bocas y mordí otros labios, pero que los tuyos saben mejor.Te diría que recorriendo otros cuerpos descubrí que ninguno es como el tuyo.Te diría que los hay más guapos, pero que ninguno es como tú. Que los demás son cualquiera a tu lado. Si te tuviera delante te diría que otros también han dolido, pero que tú dueles siempre.
Pensándolo bien, si te tuviera delante no te diría nada. A veces sobran las palabras.