miércoles, 11 de noviembre de 2015

Noches

Como esas noches, largas, frías, oscuras y pasadas por lágrimas. Esas en las que te vuelves a dar la hostia y eres consciente de que aún no ha cicatrizado, qué escuece, que duele y que va a doler mañana, y pasado también.

Qué solo será una noche más, de las que te han robado el sueño, de las que se te encoge el estómago y duele hasta respirar. Demasiados días sin sentirme así, quizá sabia que no te había olvidado pero casi no dolías. Casi pensé que había aprendido a estar sin ti, pero no.
¿Cómo iba a olvidarte? si primero tengo que odiarte. Y no te odio, pero ojalá lo hiciera. Ojalá pudiera pensar antes en mi que en ti. Ojalá no recordará todos esos momentos juntos, te parecerá gracioso pero no soy capaz ni de acabar de ver las películas que dejamos a medias, no puedo hacer las cosas que hacíamos, ya no desayuno en esa taza, ni uso ese bolso, ya casi no miro tus fotos,  casi no sufro pensando si te fuiste para no volver, casi me acostumbro a dormir sola y a despertar sin tus buenos días. Casi no pienso en ti y casi no me miento a mi misma.

Saber que no quieres besar otros labios, acariciar otra cara, qué no quieres compartir tus sábanas con nadie más, que a mi el único frío que me gustaba es el que tú me quitabas. Qué me dan igual los otros,  que vengan me sonrían y me hagan reír. Porque no son tú y nunca lo serán. Y no estoy preparada para asumir que esto ya va a seguir así. Qué va a llegar el invierno y tu no estas, y sigues sin aparecer y se con certeza que no lo harás, qué a mi nadie va a venir a salavarme porque sólo me puedes salvar tu.


He de reconocer que no sé estar sola, no puedo, me consumo, me agobio y me entran ganas de llorar. No sé olvidar, no consigo perdonarme, no sé quererme y se me ha olvidado como era eso de pensar en mi.  Supongo que todo es consecuencia de lo mismo, de mis errores, esos errores que me han dejado aquí. Me he convertido en una cobarde y en la mítica estúpida llorona que espera que vengas y me salves. Te sigo extrañando, sin remedio..







Y es que nadie me mira como lo hacías tú..

No hay comentarios:

Publicar un comentario